martes, 14 de mayo de 2013

El segundo duende


Lo peor de ser embarazada y papás, es sin lugar a dudas, ser padres primerizos.

Ser primerizos la verdad que es un rollazo, no tienes ni idea de lo que te viene encima, tienes miedo a lo desconocido y también a lo conocido, sobre todo cuando te encuentras con la estresada vecina que ya tiene tres retoños y no para de correr y gritar. Cualquier cosita que te pasa no sabes si es normal o anormal, (algún día contaré los famosos espasmos de mi bebé cuando estaba embarazada de mi duende de 7 meses), en resumen todo el día en un sin vivir y una total agonía para que pase el tiempo y la situación se normalice y controlemos la situación.

Esto lo hablas con tu pareja y siempre decís, claro esto con el segundo no te pasa, porque ya tienes experiencia.......MENTIRA!!!!!!. Te quedas embarazada del segundo y todo te cambia, cuando digo todo es todo. El embarazo maaaaaaravilloso que tuviste con el primero no se parece en nada al embarazo que tienes con el segundo, al menos en mi caso, paso a contar mis diferencias con el primero, sólo estamos de tres meses, así que la comparación es limitada en el tiempo:
  • Primer embarazo, comida, todo me venía bien y me sentaba de maravilla, me comía los pepinillos en vinagre por kilos, segundo, todo me sienta mal, sólo acepto más menos fruta y ensalada.............qué hambre estoy pasando por Dios!!!!.
  • Primer embarazo, mi ritmo de vida siguió exactamente igual, cansada para nada, iba, venía, subía, bajaba.................con este tú déjame sentada en un rinconcito verás que siestecita más rica, eso sí, no hago ascos, todos los sitios me vienen bien.
  • Primer embarazo, miedo a todas las pruebas, a ver si estaba bien, a ver si se movía, a ver si estaba bien colocado.....en el segundo, igual de neurótica, no ha cambiado
  • Primer embarazo, la tripa normal, a partir del cuarto mes ya se te empieza a notar pero hasta el sexto mes en el metro no te cede el asiento ni Peter, segundo embarazo, me lo ceden desde la semana 10, para los que vayáis en metro me entendéis perfectamente, esto la verdad que tiene su parte buena, espero que tal y como están los cosas en el metro a partir del sexto mes no me hagan sacar otro abono por eso de que ocupo mucho.
  • Primer embarazo, los perfumes no los soportaba, segundo embarazo, no soporto ni el agua de baño, ni la pasta de dientes, ni el olor del comedor del cole del peque................
  • Primer embarazo, todo el día pendiente de tu tripita, segundo embarazo y con un loco bajito de tres años, mucha veces olvidas que estás embarazada.
Esto es a grandes rasgos las diferencias entre el primer y el segundo embarazo, eso de que con el segundo es mejor, yo de momento no lo tengo tan claro, lo que sí que puedo asegurar es que el segundo es diferente, aunque lo pases un poco peor, como me está pasando a mi, vas por la vida con otra tranquilidad, aunque con la misma ilusión.

Lo que yo sí que he notado, es que algunas manías del primer embarazo me las he traído al segundo, como por ejemplo, NO SOPORTO QUE ME TOQUEN LA TRIPA, yo entiendo que es muy tierno que una embarazada se le toque la tripa y que da como muy buen rollo, pero tampoco hay que estarla tocando todo el día, al fin y al cabo es mi tripa y lo que hay dentro es mi bebé......si tienes confianza, vale, pero estando embarazada me doy cuenta que lo de tocar la tripa a la embarazada es como las felicitaciones en los cumpleaños que ya conté en mi anterior post, se toca porque sí......, pues no, no se tocan las tripas, la mamá no se siente especialmente sexy y guapa con ese tripón, (al menos yo, seguramente hay muchas chicas que se ven monísimas embarazadas pero, no es mi caso), y si se le toca la tripa es consciente de las dimensiones que está adquiriendo y no es ni cómodo ni agradable, por otro lado, en la tripa está el bebé, a mi no me gusta que me toquen y besuqueen al bebé, no sé por qué, pero no me gusta y cuando estoy embarazada, me da la sensación que toquetean al bebé y tampoco me gusta. Seguro que esto a mucha gente le puede parecer el sumun del absurdo, pero no puedo.

En fin, todo esto, para decir, que estamos esperando al segundo duende, que aún no sabemos si será duende o hada, pero que a pesar de todas las molestias propias del embarazo, estamos felices, tan ilusionados como con el primero y aprendiendo de nuevo cada día, nuestro duende encantando de que dentro de unos meses va a ser el hermano mayor y por lo tanto el jefe, y su hermanito pequeño tendrá que aprender tooooodo de él porque es muy pequeño y no sabe nada................él se siente importante y el protagonista,  porque no viene un bebé a robarle tiempo de estar con sus papis, sino que viene un bebé para ser su mejor amigo, su compañero eterno de juegos y alguien al que siempre tendrá que cuidar y ayudarnos a educar.

Después de mucho tiempo, vuelve a brillar el sol.

Hasta la próxima.

Por tu duende.